En la actualidad, debido a la actual crisis pandémica, están aumentando las consultas debido a cuadros de ansiedad y ataques de pánico. Si bien quienes lo están padeciendo podrían presentar una predisposición a sufrirlo, el contexto actual favorece la aparición de este padecimiento.
La ansiedad no es algo negativo, es necesaria y adaptativa en el ser humano. Pone en movimiento, ayuda a protegerte. Pero en ciertas circunstancias se vuelve desadaptativa.
Un ataque de pánico aparece repentinamente, la persona presenta un elevado nivel de ansiedad y una excitación fisiológica sin causa aparente.
Por otro lado, se puede sufrir un estado crónico de alerta, sin padecer ataques de pánico, y también implica un nivel desadaptativo de ansiedad que afecta significativamente la salud y todas las áreas de la vida.
En este artículo se explicarán, conceptos generales para que sepas en qué consiste un ataque de pánico y algunas herramientas para autorregularte en medio de una crisis, pero es muy importante que cada caso sea valorado de manera particular para poder tratarlo. Es por ello, que si padeces crisis de ansiedad es importante que trabajes sobre ella, que no te limites a controlar las crisis. Un síntoma es un mensaje que nos dice que algo no va bien, debes descifrarlo.
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¿Por qué sientes que vas a morir o que no podrás respirar en una crisis de pánico?
Cuando la ansiedad aumenta, es normal la hiperventilación, esto representa que la respiración es más superficial, más rápida o que se toma más aire. Esto aumenta el nivel de oxígeno que tomamos y produce un desequilibrio entre el oxígeno y el dióxido carbono en sangre, lo que altera el PH de la sangre produciendo los síntomas del ataque de pánico.
¿Por qué se hiperventila?
Frente a una señal de alarma, el organismo responde como lo hacía el del hombre primitivo. Antes, los peligros eran externos, se salía a cazar, había que luchar contra depredadores y lidiar con infinidad de peligros de los que había que defenderse para garantizarse la supervivencia.
En este caso, que tomáramos más oxígeno que el habitual, era necesario, ya que el cuerpo se preparaba para luchar o huir, esto se llevaba a cabo y no se producía ningún desequilibrio entre el oxígeno y el dióxido de carbono en sangre.
Hoy, los peligros son internos, no se necesita luchar o huir en lo real para la defensa ante el peligro, pero el organismo responde como en el caso anteriormente explicado, y el desequilibrio entre el oxígeno y el dióxido de carbono, se produce.
¿Qué se siente cuando se produce un desequilibrio entre el oxígeno y el dióxido de carbono en la sangre?
Lo que se siente durante una crisis de pánico: hormigueos, palpitaciones, temblores, entre otros síntomas típicos. Además, el cerebro, al detectar este desequilibrio, envía una señal para que respiremos menos, y esto produce la típica sensación de ahogo, frente a la cual intentamos tomar más aire y se acentúa el problema.
¿Cuál es la solución ante este desequilibrio?
La solución es recobrar dicho equilibrio a través de la respiración. Para ello, te dejamos algunos consejos para hacerlo. Es importante que sepas que no te quedarás sin aire, ni morirás de un ataque de pánico, solo debes saber recobrar ese equilibrio para que estas sensaciones remitan.
Debido a la crisis del coronavirus, tanto el aumento de la ansiedad, como los ataques de pánico pueden aparecer con mayor frecuencia. Esto es debido a que muchas personas interpretan esta situación como un peligro inminente que amenaza a su integridad física y a la de sus seres queridos. Frente a este temor, y al no encontrar herramientas de protección, el cerebro dispara estas reacciones. Es fundamental que encuentres estrategias de autocuidado para sentir esa protección que te llevará a evitar este tipo de reacciones extremas.
Te dejo algunas estrategias para autorregularte, en caso de que padezcas una crisis:
En este vídeo te explico cómo hacerlo.
Por: Julia Achilli. Psicóloga en Barcelona. Terapia EMDR. Neurofeedback. Biofeedback