Trastornos de la personalidad y características generales
Un alto porcentaje de la población, padecen en la actualidad, lo que se define como “Trastornos de la personalidad”.
La personalidad es un conjunto de características (psicológicas, biológicas y psicosociales) que hacen que un individuo sea el mismo y no otro, sean cuales sean las circunstancias de la vida en que se encuentre , permanece relativamente estable a lo largo de toda la vida.
Si hablamos de una depresión, estamos haciendo referencia a un estado en donde se ha visto alterada la forma ser y de comportarse habitual de la persona. En cambio, cuando hablamos de un trastorno de la personalidad hacemos referencia a un patrón estable de comportamientos, es decir una manera de ser desadaptativa que es constante. Por ello, el tipo de tratamiento que debe aplicarse en un caso u otro difiere, y es importante que quien trate este tipo de casos, sea un profesional cualificado.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM IV), a pesar de la rigidez, las personas con Trastorno de Personalidad son capaces de adaptarse al entorno. Los síntomas son egosintónicos (el Ego de la persona acepta y reconoce la patogenicidad de algunos de sus aspectos) y protegen al individuo de aspectos de sufrimiento profundo (experiencias de abandono, baja autoestima, vergüenza, ansiedad, etc.) que afectan a su equilibrio.
Tipos de Trastornos de la personalidad:
Trastorno de Personalidad Paranoide: En general, caracterizado por una desconfianza excesiva o injustificada, suspicacia, hipersensibilidad y restricción afectiva. La existencia de un patrón general de desconfianza y suspicacia general, de forma que las intenciones de los demás son interpretables como maliciosas (criterio DSM-IV).
Trastorno de Personalidad Esquizoide: Caracterizado por la dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, indiferencia a la aprobación o crítica. La existencia de un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal (criterio DSM-IV).
Trastorno de Personalidad Esquizotípico: Este trastorno se caracteriza por anormalidades de la percepción, del pensamiento, del lenguaje y de la conducta, sospecha que no llegan a reunir los criterios para la esquizofrenia. La existencia de un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento (criterio DSM-IV).
Trastorno de Personalidad Histriónico: Caracterizado por una conducta teatral, reactiva y expresada intensamente, con relaciones interpersonales superficiales, egocéntricas y de manipulación. La existencia de un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda constante de atención (criterio DSM-IV).
Una diferencia fundamental entre el trastorno histriónico de la personalidad (THP) y la histeria o trastorno de conversión es que la histeria cursa con síntomas físicos y el THP no.
Trastorno de Personalidad Narcisista: Se caracteriza por sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración, explotación interpersonal. La existencia de un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración excesiva y una falta de empatía (criterio DSM-IV).
La preocupación por la posibilidad de ser criticado no caracteriza a las personas con un trastorno narcisista de personalidad.
Trastorno de Personalidad Límite: Caracterizado por una inestabilidad del estado de ánimo, de la identidad, de la autoimagen y de la conducta interpersonal. Las personas que presentan un trastorno límite de la personalidad se caracterizan por un patrón general de instabilidad en las relaciones interpersonales; inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo. Sentimientos de vacío crónico. Impulsividad que es potencialmente dañina para sí mismo.
Las personas que presentan un trastorno límite de la personalidad no se caracterizan por dificultades para expresar el desacuerdo con los demás ni excesiva sumisión por el temor al abandono.
Trastorno de Personalidad Antisocial: Caracterizado por una conducta antisocial crónica en la que se violan los derechos de los demás, se presenta antes de los 15 años. Las personas que presentan un trastorno de personalidad antisocial se caracterizan por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás.
Trastorno de Personalidad por Dependencia: Se caracteriza por una pasividad para que los demás asuman las responsabilidades y decisiones propias, subordinación e incapacidad para valerse solo, falta de confianza en sí mismo. Las personas que presentan un trastorno de personalidad por dependencia se caracterizan por un patrón general de excesiva necesidad de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y temores de separación.
Tanto el trastorno de personalidad de evitación como el trastorno de personalidad de dependencia se caracterizan por la presencia de sentimientos de inferioridad e inadecuación personal así como hipersensibilidad a las críticas.
Trastorno de Personalidad por Evitación: Se caracteriza por una hipersensibilidad al rechazo, a la humillación y sentimientos de vergüenza; retraimiento social, a pesar del deseo de afecto, y baja autoestima. Las personas que presentan un trastorno de personalidad por evitación se caracterizan por un patrón general de inhibición social (en la imaginación y en el comportamiento),necesidad de admiración y falta de empatía.
En el trastorno de personalidad evitador es necesario realizar una diagnóstico diferencial con la fobia social.
Los pacientes con trastorno de personalidad por evitación presentan toda una gama de estados disfóricos.
Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo: Caracterizado por perfeccionismo, obstinación, indecisión, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento; dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas.
Las personas que presentan un trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo se caracterizan por un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia.
Es muy importante tener en cuenta, que para diagnosticar un trastorno de la personalidad, el profesional de la salud mental, tiene en cuanta una gran cantidad de variables y características del paciente, y que solo puede diagnosticarse mediante una indagación exhaustiva.
Puedes presentar algunas de las características aquí presentadas, sin necesariamente padecer un trastorno de la personalidad.
Por Julia Achilli. Psicología. Terapia EMDR